¿El tamaño del pene cuenta realmente? ¿Y cuánto?

Esta es una pregunta un poco viciosa, ya que es fácilmente influenciable por los intereses de quien la responde. Nosotros por ejemplo. Nada más fácil que escribir toda una teoría para llegar a la conclusión de que el tamaño del pene cuenta y mucho. Interesante, pero no es nuestro objetivo. El propósito de esta página no es mejorar nuestro posicionamiento o convencerle a suscribirse a nuestro programa. Pene-Sano no es un producto que se vende más fácil con publicidad. Los que están interesados saben perfectamente lo que quieren y por qué lo quieren, ya tienen sus convencimientos acerca de la importancia del tamaño del pene y nosotros no estamos ahí para secundar o desanimar estos convencimientos. Si desean suscribirse al programa lo hacen y ya, no somos nosotros que vamos a convencerlos. El objetivo de esta página es evidentemente dar informaciones imparciales en base a los conocimientos madurados en el arco de más de 20 años de experiencia.

Por tanto a la pregunta que si el tamaño del pene cuenta, nosotros respondemos: esto depende. Depende de varios factores. Es cierto que muchas mujeres se sienten más atraídas por un pene de grandes dimensiones y también que la mayoría de los hombres se sentirían más felices, más seguros, más serenos al saber que tienen un pene grande, superior, sobre todo si son de aquellos que siempre han temido lo contrario. Pero hay un pero.

En realidad el tamaño del pene tiene una importancia relativa. Físicamente no cuenta realmente. Hemos ya dicho en este sitio que la vagina es un espacio potencial, el orificio vaginal, de por si, se pasa raramente de los 12 centímetros de profundidad y es capaz de adaptarse a un pene de cualquier tamaño. Es cierto que hay vulvas más grandes y dilatadas. Pero la mujer cuando se masturba es capaz de gozar hasta con su propio dedo, que es mucho más pequeño que cualquier pene y a menudo alcanza el orgasmo hasta más fácilmente que siendo penetrada, porque en este caso es dueña de sus ritmos y sabe conducir su excitación. Pues, hasta la vagina más dilatada del mundo puede alcanzar el orgasmo con un simple dedo, con la manga de un cepillo de pelo o hasta con una zanahoria. No hay que olvidarlo más. Y si hay mujeres que no lo logran es porque tienen problemas de debilidad muscular en su aparato sexual o porque tienen alguna tara de vivencia sexual. En este caso, aconsejamos a todas estas mujeres el programa www.soloporella.com, útil también para los hombres que quieren satisfacerlas.

Todo esto en realidad quiere decir que, cuando un pene no es aventajado por el tamaño, hay otros factores sobre los cuales el hombre puede contar para satisfacer a una mujer.

Desde el punto de vista de la atracción, la mujer ve al hombre en su conjunto, se excita con el todo, no con un detalle anatómico como el tamaño del pene, contrariamente a lo que puede sucederle a muchos hombres, que se pueden excitar mayormente viendo un seno de dos tallas más grandes del estándar. La mujer no funciona así, no se excita así. Un simple atributo físico puede hacer la diferencia en un momento crucial, pero no puede remplazar el conjunto. La excitación femenina tiene un carácter emocional mucho más fuerte, aún si los factores visuales pueden incidir, a condición que los emocionales cumplan, sin embargo no es lo mismo. Cuando en cambio falta lo que realmente cuenta, ni el pene de Rasputín⁽¹⁾ puede cambiar la situación o quizás podría hasta asustarla obteniendo el exacto efecto contrario del que se esperaba.

Ahora hablamos de las sensaciones sexuales. Un gran número de mujeres son sensibles sobre todo en el clítoris, por lo tanto un pene mayor sólo puede facilitar el orgasmo en determinadas posiciones sexuales totalmente superfluas. Hasta las mujeres vaginales son sensibles sobre todo en los primeros dos cuartos de la abertura vaginal, pues a la altura del famoso punto G. En este caso también, las dimensiones del pene no influyen.

Y ya que la vagina es un espacio potencial, su capacidad de dilatación es consecuentemente variable y nunca es la misma. Puede variar hasta en el curso de una misma relación sexual. Al principio siempre será más estrecha que después de 10 minutos de penetración. Por lo tanto que usted tenga el pene grueso o flaco, esto no marca diferencia.

Todo lo que hemos dicho hasta ahora sugiere que el tamaño del pene no cuenta para nada. Cualquier hombre, siempre y cuando sea capaz de encender emocionalmente a una mujer, podrá satisfacerla totalmente a pesar del tamaño de su pene. Un pene monstruoso puede volver loca a una mujer excitada, mientras que sólo logrará impresionar negativamente a cualquier otra. Asustarla y ya. Y eso no es bueno. Por lo tanto, si usted no es capaz de excitar a una mujer, su pene grande no le servirá de mucho.

Por esta razón, nuestro sitio no tiene el propósito de crear falsas expectativas. Las falsas expectativas cran descontento, y nuestro objetivo es satisfacer y no decepcionar a quien nos sigue.

¿Jaque mate?

A pesar de todo el tamaño del pene conserva su importancia y hay que ver también la otra cara de la moneda. No es necesario tener los ojos verdes para enamorar a una mujer que desde siempre le han gustado los ojos verdes. Un hombre encantador que tenga los ojos negros, azules o pardos puede lograr enamorarla igualmente. Pero esto no significa que los ojos verdes no tengan ninguna importancia y, teniéndolos, ¿por qué no aprovecharlos? Lo mismo vale con el pene. El tamaño no cuenta, pero ¿quien se quejaría por tenerlo grande? Creo nadie. No se puede negar que esto nos guste. Quizás nos dé una seguridad infundada, pero es una seguridad que agrada y nada más que para eso, vale la pena.

Pues, la importancia del pene grande es puramente estética, cosmética. No es cierto que las mujeres están locas por los penes grandes, sin embargo esto produce sin duda un efecto cuando no hayan otros factores obstaculizantes. Tampoco es cierto que el pene permita seducir más fácilmente, de hecho, en cuanquier conquista, lo último que una mujer ve, tanto desde el punto de vista concreto que figurado, es su pene. Sin embargo, el hecho de tener un gran bulto bajo el pantalón nos hace sentir mejor. Y a la vez que una mujer es conquistada, no hay nada que nos haga sentir más seguros del saber que ella no quedará decepcionada y no "se reirá" de nuestro pene (aunque una mujer que ha sido conquistada por un hombre nunca reiría de él, a menos que no sea una completa imbécil, sin embargo el temor masculino queda).

Finalmente un pene grande no mejora las relaciones pero tampoco las empeora. Si un dedo es suficiente para hacer gozar a una mujer, a mayor razón un pene grande puede hacerlo igualmente. Habiendo esta calidad de nuestro lado podemos explotarla para excitar más, ya que un pene grande excita, no es lo que más excita, pero excita. Un pene grande no es un atributo imprescindible, pero teniéndolo podemos utilizarlo de la mejor manera para despertar el imaginario sexual femenino. Es cierto que una mujer nos ve en nuestro conjunto y no sólo en un detalle, pero esto no quita que podamos explotar nuestros mejores detalles para ponerlos en valor. Si el pene grande es una de nuestras mayores ventajas, ¡nada nos impide ponerlo en muestra!

Además el pene no es como la estatura, el color de los ojos o nuestra estructura física, y hay varias maneras para cambiar su aspecto. Claro no vale la pena someterse a una cirugía, pero ¿por qué no probar cuando podemos hacer recurso a un sano entrenamiento físico?

Razones para las cuales uno debería entrenarse

Por todas estas razones, querer tener un pene grande sigue siendo importante. Por eso mantenemos este programa y lo ofertamos a todos aquellos que tengan la voluntad y el deseo de mejorar este aspecto de su cuerpo que, aunque no sea el más importante, tiene us valor. Una mujer se siente bien como quiera si somos capaces de hacerla sentir bien, pero también es immportante ¡sentirnos bien nosotros mismos!

El tamaño del pene es algo que preocupa a muchos hombres, por lo tanto no hay motivación más legítima que desear sentirnos mejor con nosotros mismos.

Por lo tanto la razón más importante para entrenarse a este fin es precisamente ésta, sentirnos mejor con nosotros mismos, no es la de satisfacer mayormente a las mujeres.

Tenemos miles de clientes satisfechos y sabemos muy bien que un pene grande hace bien y nos hace bien. Por eso seguiremos siempre apoyando su importancia manteniendo al mismo tiempo una visión imparcial hacia el lado justo de las cosas. Un pene grande no lo es todo y estamos dispuestos a decirlo sin reservas y sin oportunismo. Pero al mismo tiempo... ¡que cláse de don!

A. Langueduc